Muchos se preguntaran, ¿Quién se va a tomar en serio un blog que se llame Pura Guachafita?, bueno la verdad es que esa es mi manera de ser, la guachafita es mi forma de vivir (claro, siempre sabiendo cuales son mis limites), y no pienso cambiar. Me gusta vivir la vida de manera espontánea, disfrutar al máximo cada momento de ella y por supuesto sonreírle a aquellos momentos difíciles. En este Blog podrán entretenerse con los divertidos puntos de vista de una joven de 16 años que no tiene idea de lo que es vivir la verdadera vida. Escribiré anécdotas divertidas de mí día a día, sobre mis temores, mis sueños y por supuesto los típicos problemas que cargamos los adolescentes. Voy a tomar esto como una oportunidad para escribir todo aquello que nunca tuve las agallas de escribir, y espero que lo disfruten conmigo.

miércoles, 25 de mayo de 2011

Como Cochino En Corral...Divagancias de Piedra de Mar

Añoro el día en que se termine esta semana. Estos 7 días llenos de interminables tareas  e infinitas horas de estudio, donde entre tantas horas de estrés y constante trabajo, solo he encontrado estos 45 min para poder sentarme y  contar sobre mi experiencia al leer la novela de Francisco Massiani, “Piedra de Mar”.
Corcho, un joven de la Caracas de los 60 que abandona sus estudios para perseguir una carrera como novelista, nos va a encaminar en una travesía de amor, amistad y sueños. Enamorado de su amiga Carolina, sus monólogos y relatos llenos de despecho y sufrimientos desencadenaran una serie de hechos que no solo lo van a involucrar a él sino al resto de sus amigos.
Vamos a empezar por Carolina, una muchacha estudiosa y muy bonita que a pesar de las constantes burlas y risas que ponen en ridículo a Corcho, lo mantiene atrapado como cochino en corral, en un amor imposible. Una mujer tan hermosa como Carolina no solo tiene un admirador, lo que nos lleva a Marcos.  El supuesto “amigo” de Corcho mejor conocido como “El Enano”, que al parecer hace todo lo posible para quedarse con Carolina y dejar a su amigo lamentándose y pensando en cómo revelar su desesperado  amor.  Corcho, con su afán de interrumpir sus acontecimientos y llevarnos a fantasías y tiempos pasados nos deja repleto de anécdotas e historias que yo, siendo una adolescente con existencia insignificante, les puede asegurar que muchos se pueden sentir identificados. Sus largas caminatas por Caracas con cigarro en mano y un bolívar en el bolsillo, nos llevan a conocer a personajes extraordinarios como José, su mejor amigo y constante oyente de sus historias que carga una complicada relación con su malhumorada novia Julia.
En solo dos días, Corcho pasa de ser un escritor frustrado por un amor imposible a un joven interesado por su futuro. Claro, los hechos ocurridos durante esta transición es lo que vuelven a esta novela tan entretenida y pegajosa. Aquellas llamadas ignoradas por sus amigos, su contante reproche por la falta de amor y  por supuesto, sus famosos e impelables palos de ron, son muchos de los acontecimientos  del peculiar día a día de nuestro querido Corcho. Pero lo que en verdad nos lleva a no querer despegar nuestros ojos de este gran capitulo, es  aquel momento en que Corcho se llena de valor y decide declararle su amor de una vez por todas a Carolina.  Pobre Corcho, luego de dejar su miedo al rechazo atrás y aventurarse a lo desconocido, termina en la calle con el corazón roto, ebrio, sin un zapato, y con un solo centavo, solo a él podía tener tan mala racha.
Después de muchos lamentos, mentadas de madre, y hasta intentos fallidos de suicidio, Corcho logra salir de este agujero negro, pero solo gracias a su amiga Kika. Ella lo saca de su miseria, lo hace entender que Carolina no es más nada que una obsesión, y que si se empezaba a enfocar en lo que en verdad importa como su escritura y sus estudios podría llegar a ser alguien, y no un fracasado que se la pasa borracho y lamentándose de las injusticias de la vida.
Corcho, te aseguro que con tus anécdotas divertidas y un poco vergonzosas has logrado abrirle los ojos a muchos. Menos mal que caíste en cuenta en que Carolina era nada más que una pérdida de tiempo y aliento, porque si no, no sé cómo, pero me las hubiese ingeniado  para meterte tremendo coscorrón. Bueno mi panita, gracias por un día de reflexión y múltiples risas.

lunes, 16 de mayo de 2011

Jimmy, Mi Gran Amigo


No hay nada peor que un dolor de espalda. Esa puntada persistente que provoca tirarte de un quinto piso solo para ver si el dolor sigue ahí, haciendo lo suyo. Toda esta quejadera, que seguramente a ustedes les importa  tres pepinos, se debe a dármelas de gimnasta en una colchonetas para niños, cuando mis condiciones no eran las más apropiadas para realizar dicha actividad extrema. Tras días de hielo, mucho Advil, y nada que se me quita el dolor, he decido concluir que este dolor, que hasta le puse nombre (Jimmy), está ahí para recordarme constantemente de que uno debe quedarse con aquellas actividades donde por lo menos tenemos algún tipo de destreza , como verán la gimnasia no es la mía. Bueno, ya cumplí con mi deber de hablarles de mi querido  amigo Jimmy (sarcasmo, obviamente) y espero que mi profe Carlos este feliz de que finalmente este palpando en sus pantallas, esos pensamientos extraños que pasan por mi raro cerebro adolescente.

Dia Full Nulito


Todo comenzó con aquel aroma a desayuno criollo que me hizo saltar de la cama y buscar de donde provenía tan fabuloso olor. La verdad, es que no hay nada mejor para empezar un día, que ese crujir de la arepa y aquel festival de sabores que nos regala un buen perico. Tras terminar este fabuloso banquete, decidí comenzar  a ver una película que me venía llamando la atención desde varios días atrás, la película trataba sobre un señor que elabora un complicado plan para sacar a su adorada esposa de la cárcel, quien lamentablemente había sido sentenciada por un crimen que no cometió. Como todo buen thriller, esta película logra mantenerte los 120 min entretenido  y sin pensamiento alguno de lo próximo que iba a ocurrir.
Como el resto de los días en mis vacaciones, me obsesione con el magnífico y entretenido show televisivo, Bones. La serie narra la vida de la antropóloga forense  Dra. Temperance Brennan y su compañero del FBI Seely Booth. Ambos utilizan sus excelentes habilidades para lograr atrapar a los responsables de aquellos crímenes donde el cuerpo de la víctima está sumamente descompuesto para poder ser identificado.  La intensa química entre los personajes principales y las tremendas actuaciones del resto del elenco logran situar a Bones en mi  exclusiva lista de series favoritas.
Después de horas intensas de Bones, decidí darle a mis ojos un pequeño descanso. Fue entonces cuando caí en cuenta que el gruñir de mis tripas no era parte del sountrack de la serie, si no de la terrible hambre que tenía.  Después de mucho discutir con mis hermanos,  decidimos ir a comer a Sushi Market, un lugar donde se come sabroso y además puedes pasar un rato agradable. Este almuerzo familiar no fue como el resto de los almuerzos familiares, ya que mi querida hermanastra que vive en Miami compartió con nosotros.  Discutimos sobre diversos temas y recordamos buenos momentos, se podría decir que disfrutamos un montón.
Luego de haber pasado un  día excelente, fue que me di cuenta que era el último de las vacaciones, que el día siguiente iba a estar de vuelta en mi rutina diaria donde lamentablemente  los suculentos desayunos y largas horas de televisión no iban a estar incluidas. Aunque en mis vacaciones no tuve la oportunidad de viajar fuera del país, esto no me paro ante pasar un buen rato, la verdad es que disfrute subiendo cerro, yendo al gimnasio con mi hermana, y por supuesto no podemos olvidar mis buenos momentos viendo a la Dra. Brennan y al Agente Booth resolviendo crímenes.

Mis Miedos

Hace como dos semanas, me mandaron  a escribir sobre mis miedos en mi clase de literatura. La verdad es que me considero una mujer aventurera y firme, que le teme a muy poco. Pero después de darle muchas vueltas al asunto, caí en cuenta que no hay nada que  yo le tema  más que al fracaso. Le tengo terror al día en que se rompa esa burbuja en la que mis padres  me han mantenido atrapada y empiece a vivir el verdadero mundo exterior.

Muchas veces me quedo dando vueltas en la cama antes de dormir, pensando en cómo va a ser mi vida en el futuro, me pregunto si cometeré el error de no escoger la carrera apropiada y en las consecuencias si esto pasa. No hay nada que le tenga más miedo que a la incertidumbre, el terror de no saber lo que te espera en el camino y que, si en algún momento cuando me caiga no tener las fuerzas para levantarme y seguir adelante. Muchos dirán que esa es la magia de la vida; levantarte y no tener idea de lo que te espera, pero para mí no hay nada que me cause más angustia y ganas de vomitar que no saber si voy a lograr ser esa persona que tanto añoro ser.

Muchas son las veces que me levanto con esas ganas de vivir sin planes y simplemente vivir con lo que me regale el destino. Llego a concluir que por más que planees lo que quieres que sea tu futuro, seguro este  va tornar totalmente al revés. Otros días, mi filosofía cambia, pienso que vivir de manera tan espontanea te va a llevar a ningún lado. Uno siempre tiene que tener una idea de lo que quieres para tu futuro. Mi problema, es que no estoy segura de ese algo en que quiero basar o planear mi vida. Hay momentos en que quiero estudiar diseño gráfico en California y otros en que quiero agarrar el primer vuelo a Nueva York y perseguir una carrera como artista. La verdad es que la vida está llena de sorpresas, lo único que pido es que esas sorpresas no terminen llenas de arrepentimientos y fracasos.